Cuando leí esta pequeña historia. Me di cuenta del alto grado sabiduría que existía en la conciencia tribal. Ahora siento que si todos hiciéramos como lo que cuenta este relato. Los funerales fueran mucho mejor. Nos podríamos reír y recordar lo bien que la pasamos con el difunto. No tendríamos cargos de conciencia. Por que al menos con todas las diferencia que en la vida hubiéramos podido tener. Le dejamos saber cuánto lo amamos. Mostrando nuestros sentimientos en el momento preciso, llorando cuando el alma desee hablar de alma a alma. Llorar Fue en la selva, en la amazonia ecuatoriana. Los indios shuar estaban llorando a una abuela moribunda. Lloraban sentados, a la orilla de su agonía. Un testigo, venido de otros mundos, preguntó: - ¿Por qué lloran delante de ella, si todavía está viva? Y contestaron los que lloraban: - Para que sepa que la queremos mucho.
Comments