Cuitas del Dios Personal
El Dios personal a fracasado. Nos hemos familiarizado tanto con el que le hemos regalado todos nuestros defectos humanos. Hemos creado un Dios personal que nos apoya en cualquier empresa vil convencido que es de su agrado. Las religiones con Dios personales no han logrado hacer La Paz. Al parecer se parece a nuestros políticos o artistas de largo metraje que están en busca de poder y fama. Lo peor del caso es que no podemos cambiarlos cada cuatrienio y al menos refrescarnos con una nueva política. Ni tampoco darle largas al asunto y esperar que la moda de sus nombres en carteles con letras gigantescas desaparezcan. Al parecer la regla de oro de no hacer al otro lo que te desagrada tiene un entre paréntesis solo aplica si tiene tus propias creencias y otras características homogéneas a las tuyas. Por eso han cambiado las imágenes de eso que representa su divinidad predilecta lo mas cerca a las facciones física del grupo al que pertenecen. Esta es la gran pared la gran queja de aquellos